martes, 2 de abril de 2013

Todo lo que no pudo ser.

Esperé un tono más del teléfono, pero nunca llegó, como tampoco me llegaron tus palabras. No escuchaste todo lo que tenía pensado decirte, ni siquiera lo mucho que te quería. Tampoco quisiste que oyera tus "eres demasiado niña", y no me pudiste decir que me odiabas más que a ninguna.

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